Lacalle Pou prometió en un reciente acto que si alcanza la Presidencia, quitará el alcohol cero en las expirometrías para que "al menos sea posible tomar una copita de vino y no convertir al bebedor en un semi-delincuente". De inmediato el Secretario General de la UNASEV Adrián Bringa, puso el grito en el cielo argumentando el aspecto técnico de la medida.
La propuesta de Lacalle parece más que coherente. Una copa de vino no debería ser suficiente como para que un conductor pierda el tino al volante y por lo tanto una expirometría menor a 0,3 gramos de alcohol por litro de sangre, podría ser el límite tolerable.
Con ello Lacalle argumenta que tomar una copa de vino no puede ser un pecado que convierta al conductor en una especie de semi-delincuente y agregó que hay fenómenos que conspiran y complican a la propia producción vitivinícola nacional. Además añadió datos sobre índices de siniestralidad: de los más de 17.000 controles que se realizaron a participantes de accidentes de tránsito, el 93% presentó índices de cero gramo de alcohol, lo que equivale a razonar que para protagonizar un accidente no es necesario haber bebido.
La tolerancia ya aplicada en países civilizados tiene que ser parte de un equilibrio en algunas cosas, por lo que prometió que si la ciudadanía le confía el gobierno, quitará la regla "alcohol cero" para levantarla hasta 0,3.
Tras las afirmaciones de Lacalle, el secretario general de la UNASEV Adrián Bringa dijo que la política de "alcohol cero" en el tránsito está basada en evidencia científica y recordó que en los últimos diez años Uruguay pasó de permitir 0,8 a 0,3 y al 0 absoluto desde 2016 porque los estudios científicos ratifican que el consumo de alcohol aumenta la mortalidad en los siniestros de tránsito. El Senador blanco por su parte incluyó en su explicación un mapa que indica que en la mayoría de los países europeos se permite circular con 0,5 gramos por litro de sangre y que en el Reino Unido la permisibilidad llega a 0,8.